Agricultura Vertical La evolución inminente para la industria agrícola

Agricultura Vertical

La agricultura tradicional está alcanzando su límite

La agricultura vertical no solo es una mejor alternativa a los métodos tradicionales, sino que también podría ser el único camino viable para alimentar a la humanidad en el futuro.

Cada año la humanidad necesita más alimentos y el planeta se queda con menos espacio. En 2012 la WWF (World Wildlife Foundation) anunció en su reporte “Planeta Viviente” que frente al pronóstico (de ese entonces) de 9.6 millones de habitantes para el 2050, necesitaríamos los recursos equivalentes a 3 planetas tierras para alimentar a la humanidad.

Actualmente, el panorama ha empeorado drásticamente.

Acercándonos a los 8 billones de habitantes en 2022 y con un pronóstico actualizado de más de 11 billones para el 2050, la capacidad de producción de la agricultura global tendría que aumentar en un 60% para poder alimentarnos a todos.

Pero hay un problema; no queda mucho espacio en el planeta para seguir expandiendo la industria agrícola lo suficiente para cubrir esta demanda. Sin mencionar el fuerte impacto ambiental que genera el arar, o incluso deforestar, ecosistemas en tierras fértiles para crear nuevos sembradíos y campos de cultivo.

Así que, si no podemos seguir expandiendo la industria agrícola ¿Cómo podemos afrontar esta situación? Afortunadamente, ya existe una solución que promete eficientizar al máximo los espacios dedicados a la agricultura: cultivar hacia arriba.

Agricultura vertical

El término agricultura vertical se desarrolló en 1999 en la universidad de Columbia en Estados Unidos. Esta metodología consiste en cultivar vegetales, hortalizas y especias cuya planta de origen sea compacta, ya que es necesario acomodar los cultivos en repisas apiladas verticalmente en estanterías.

Este modelo, permite eficientizar entre 10 y 12 veces la cantidad de cultivos por m2. Es decir, si en un espacio de 1 x 1 metro se pueden cultivar 10 cabezas de lechuga mediante la agricultura tradicional, una granja vertical permite cultivar entre 100 y 120 cabezas de lechuga en ese mismo espacio, aprovechando una altura de tan solo 3 metros.

Agricultura Vertical

Beneficios

Reducir considerablemente los metros cuadrados para cultivar grandes cantidades de plantas es bastante impresionante. Pero durante los últimos 20 años, emprendedores, ingenieros y científicos de todo el mundo han desarrollado nuevas tecnologías y herramientas que hoy en día cualquiera puede implementar a una granja vertical, sin importar su tamaño. Por ejemplo:

  • Control del ambiente: La mayoría de las granjas verticales de gran producción se construyen en espacios cerrados; esto, junto a sistemas de ventilación y control de humedad, permiten un control preciso del ambiente donde las plantas germinan, crecen y son cosechadas.
  • Luces LED inteligentes: Al no estar en contacto con la luz del sol, un sistema de luces LED automatizadas permite que las plantas reciban la luz y calor necesarios para su desarrollo cada momento del día.
  • Hidroponía: Este sistema de cultivo permite que las raíces de las plantas estén en permanente contacto con agua imbuida con nutrientes, lo que les permite crecer sin ser “regadas”
  • Sensores de humedad y ph: Estos sensores permiten a los productores conocer el estado exacto de cada planta y facilitan cambiar la luz o nutrientes según sea más conveniente.

Otros beneficios de la agricultura vertical en interiores frente a los procesos tradicionales son:

  • Hasta 15 ciclos de cosecha al año
  • Elimina el riesgo de daños por clima desfavorable
  • Sin riesgo de quemaduras por insolación
  • Sin riesgo de plagas
  • 95% menos cantidad de agua
  • No se requiere fertilizantes
  • No se requiere pesticidas
  • Se reduce al mínimo la cantidad de tierra necesaria

Lo anterior también garantiza una calidad óptima en cada uno de los cultivos, prácticamente eliminando la posibilidad de malas cosechas, además de generar productos 100% orgánicos. La agricultura vertical beneficia incluso a quienes no consumen sus cultivos directamente, ya que disminuye al mínimo el impacto ambiental.

Limitantes

Hasta ahora, todo lo relacionado a la agricultura vertical suena maravilloso, pero ¿Por qué entonces no la vemos todos los días y en todas partes?

Bueno, a pesar de que este modelo ha evolucionado mucho en los últimos 20 años y año con año se desarrollan nuevas tecnologías y mejoras, la agricultura vertical también está acompañada por algunas limitantes:

  • Variedad de cultivos limitada: Lo primero es que no todos los productos agrícolas pueden ser cultivados de esta manera. Vegetales, hortalizas y la gran mayoría de frutas, entre otros, crecen en plantas que son demasiado grandes y voluminosas. Por lo que sería muy complicado cultivarlos en repisas.
  • Inversión inicial: La construcción de una planta para agricultura vertical o la compra de una granja modular requiere de una fuerte inversión para la infraestructura y los sistemas de automatización requeridos para su funcionamiento.
  • Consumo de energía: Las luces LED en constante funcionamiento, los sistemas de ventilación y la computadora que los controla deben estar en funcionamiento 24/7, lo que hace que el costo de energía consumida sea muy alto.

Estos 3 factores pueden ser intimidantes para quien se plantea adquirir o construir una de estas granjas automatizadas. Afortunadamente existen muchos testimonios de los distintos tipos de usuarios que han adquirido uno de estos productos y afirman que vale la pena. Además de que gracias a la alta tasa de producción de las granjas verticales, estas se pagan a sí mismas en cuestión de meses.

Agricultura vertical automatizada

Agricultura vertical para todos

Actualmente existen múltiples soluciones de agricultura vertical para los múltiples usuarios potenciales y la cantidad de demanda que desean satisfacer.

Primero tenemos la producción industrial: Empresas que se dedican a la producción y comercialización de vegetales en grandes volúmenes, como la startup chilena AgroUrbana que actualmente produce 10,000 cabezas de lechuga al mes en una planta de apenas 300 m2. Esta organización inaugurará una nueva planta 20 veces mayor a finales de 2022. También está la controversial granja vertical eólica que se está construyendo en Dinamarca y que planea producir más de 1,000 toneladas de verduras al año (85,000 kg al mes aprox) superando con creces la actual granja vertical más grande del mundo, ubicada en Dubái.

Después está el que probablemente sea el modelo más popular en la venta de granjas verticales, las granjas modulares. Estas fincas se construyen en espacios cerrados externos, generalmente contenedores de carga marítimos. Empresas como la startup mexicana Verde Compacto construyen, equipan y habilitan todo lo necesario para que la granja vertical funcione dentro de un contenedor marítimo estándar (12 x 2.5 x 2 mts).  Una de estas granjas permite una producción aproximada de 700 cabezas de lechuga o hasta 75 kg de hortalizas al mes. Esto ha resultado una solución maravillosa para restaurantes y emprendedores que han optado por producir vegetales y hortalizas para el consumo de sus negocios o distribuirlos entre clientes locales.

Por último, tenemos a los usuarios que buscan una producción casera para satisfacer su consumo individual. Existen diversas opciones para estos usuarios, como la startup chilena UrbanaGrow que ofrece granjas verticales en gabinetes de 4 x 2 x 0.5 mts que pueden instalarse dentro de casa. O Granjas Verticales MX, que ofrece torres de hidroponía prefabricadas que permiten el cultivo de hasta 28 plantas simultáneamente.

Cada año, aumenta la cantidad de usuarios que se suman a esta metodología y extienden la agricultura vertical alrededor del mundo. Además, las diversas compañías que desarrollan estas soluciones trabajan constantemente en hacerlas más eficientes, económicas y reducir el consumo de energía. Sin mencionar los proyectos que combinan una granja vertical y una fuente de energía alterna (como implementar paneles solares en el techo de las plantas y contenedores) lo que reduce o incluso elimina los costos de energía.

La agricultura vertical surgió de una necesidad; y pesar de que esta idea ha estado evolucionando por más de 20 años, es una metodología reciente y las tecnologías que la acompañan siguen en constante desarrollo. Aún falta un largo camino hasta que la agricultura vertical pueda suplir a los métodos tradicionales pero eso no impide que nosotros podamos probar sus beneficios desde hoy.