Industria de Movilidad en Asia Líder de la próxima generación

Industria de movilidad en Asia

Asia es el principal motor de crecimiento urbano en el mundo; y con algunas de las mayores ciudades del mundo, es aquí donde se desarrolla el futuro de la industria de movilidad.

A finales del siglo XX, Asia se colocó a la cabeza en la manufactura de ropa, juguetes y electrónicos en el mercado internacional. Hoy vuelve a tomar una clara delantera en tecnologías de movilidad, ayudando a sus mayores ciudades a tratar con 2 problemas cada vez más graves: congestión y contaminación.

Vehículos eléctricos (EV)

Al pensar en vehículos eléctricos, lo más probable es que nos vengan a la mente compañías americanas como Tesla o europeas como BMW. Pero la realidad es que Asia, y concretamente China, es el mayor productor y usuario de vehículos eléctricos del mundo, y con gran diferencia.

Por ejemplo: En 2018 se estimaba que había 5 millones de vehículos eléctricos circulando en todo el mundo, y de estos más de un millón estaban en China. Este número ha aumentado hasta más de 5 millones en tan solo 4 años y, de acuerdo con el MIT, se estima que para el 2030 más del 40% de los vehículos en china serán eléctricos. Lo que representará más de 35 millones de unidades.

China también es líder en el transporte público eléctrico, con más de 420,000 autobuses eléctricos en 2021 frente al par de cientos en Estados Unidos. Además, China controla más del 60% de la producción global de Litio, recurso indispensable en la fabricación de vehículos eléctricos.

Finalmente, el gobierno lleva más de una década ofreciendo subsidios y apoyos relacionados a vehículos eléctricos, incluso ha limitado la cantidad de placas emitidas para vehículos de combustión. La iniciativa “Made in China 2025” provee apoyo tanto a las grandes empresas como a las pequeñas startups de la industria de la movilidad.

Lo anterior no sólo convierte a China en el país líder en la producción de EV, sino también en un paraíso para los productores extranjeros. De tal forma que Tesla decidió construir su giga factoría allá en 2020 y que, al triplicar la producción semanal en su primer año, supera con creces la producción de la planta original en Fremont, California.

Sin embargo, no solo este gigante está avanzando hacia la transición de los vehículos eléctricos. Asia posee otras joyas que trabajan constantemente en la innovación de los vehículos eléctricos, algunos modelos de las marcas más conocidas son:

 

 

 

 

Por otro lado, la explotación del litio y la manufactura de autos eléctricos no es el único frente en el que las potencias asiáticas van a la vanguardia. Desde hace varios años la innovación ha dado varios pasos más allá en la industria automotriz, y el próximo paso en el mundo de la conducción, es dejar de conducir.

Conducción autónoma

No es sorpresa para nadie que al pensar en Tesla, la marca automotriz dedicada a vehículos eléctricos más popular, lo primero que se nos venga a la mente sea su función de piloto automático.

Y es que, desde que conocimos la conducción autónoma en 1999 con el “ParkShuttle”, vehículos que puedan llevarnos de un lugar a otro sin que nadie los conduzca se han convertido en una fantasía futurista para muchos. Afortunadamente, los vehículos autónomos son una realidad accesible en el mercado hoy en día.

Y no nos referimos únicamente a vehículos particulares; empresas como AutoX proveen un servicio de rides solicitados desde el móvil con una flota de vehículos autónomos. Actualmente esta compañía cuenta con más de 1,000 “RoboTaxis” distribuidos en las principales ciudades de China. Y su servicio está disponible para cualquier usuario que cuente con un dispositivo móvil.

Incluso grandes empresas cuyo enfoque principal no es la conducción autónoma han comenzado a adentrarse en este mundo. Por ejemplo: La empresa líder en servicio de rides Didi Chuxing comenzó en 2021 un acuerdo de colaboración con Volvo Cars para lanzar al mercado una flota de autos autónomos. Al mismo tiempo que continúa realizando pruebas de estos vehículos en China y Estados Unidos.

Aunque las productoras estadounidenses y europeas están constantemente mejorando sus capacidades de conducción autónoma, e incluso superando a Asia en cantidad de pruebas de campo efectuadas al año, diversos municipios en Asia apoyan fuertemente el desarrollo de tecnologías de conducción autónoma con fondos públicos y privados.

Shanghái fue la primera ciudad en China que designó un espacio para probar vehículos autónomos; el National Intelligent Connected Vehicle Pilot Zone, una pista cerrada de 5,6 km de largo. Y recientemente cerró más de 40 km de carreteras para aumentar la cantidad y variedad de pruebas que puedan realizarse.

La universidad nacional de Singapur, Nanyang Technological University trabaja con el MIT en una alianza de Investigación y Desarrollo de Tecnología que recientemente se ha enfocado en los vehículos autónomos.

El gobierno de Singapur también ha lanzado la iniciativa “Smart Nation” en 2018. La cuál, entre otras cosas, busca identificar, apoyar y desarrollar iniciativas y startups de soluciones de movilidad, gestión de tráfico y vehículos autónomos. La startup más famosa que ha sido apoyada por esta iniciativa es  Grab; una app de network de movilidad, identificada por Crunchbase como una de las iniciativas de movilidad mejor financiadas de 2018.

Los gobiernos asiáticos no impulsan estas tecnologías únicamente apoyando a las empresas, sino que también alientan a la población a conocer e involucrarse más con el futuro de la movilidad. Es por esto por lo que, en Julio de 2022, se inaugurará el “Future Mobility in Asia”. Un evento único en su clase que busca ser una exhibición global integrada sobre los avances referentes a las industrias de movilidad, electromovilidad, conducción autónoma y vehículos eléctricos, entre otros.

Afortunadamente, las empresas líderes en Estados Unidos, Europa y Asia no se muestran celosas en esta carrera por desarrollar innovaciones en la industria de movilidad, sino que incluso comparten información, tecnología y espacios de pruebas para asegurar un avance más rápido hacia un futuro más sostenible.